Durante más de un año, las organizaciones se han enfrentado a tiempos difíciles y complejos en un mundo lleno de incertidumbre. Ahora más que nunca, los managers han tenido que lidiar con sus responsabilidades diarias de tener que tomar las decisiones correctas rápidamente, en un contexto muy inusual, mientras intentan, no obstante, asegurarse de que estas decisiones se alineen con la estrategia de ‘post-pandemia’ a futuro. 

Estas circunstancias extraordinarias y la falta de experiencia para hacer frente a tales situaciones, más el miedo a no tener suficientes recursos económicos, han desencadenado respuestas de supervivencia empresarial creativas e intuitivas. 

Este impacto ha obligado a tomar decisiones con una mirada nueva y decisiva en la inversión de nuevas tecnologías para seguir siendo competitivos y mantenerse en el juego. Esta necesidad de apreciar las cosas de manera diferente llegó en el peor momento posible y en las peores condiciones. De hecho, este tipo de cambios deben estar bien pensados y planificados, pero en este momento era necesario tomar decisiones seguras y certeras en un contexto de emergencia.  

Esta situación ha puesto a los directivos bajo presión y, al mismo tiempo, ha actuado como catalizador del cambio en los modelos de negocio y de trabajo. Si la innovación hoy significa derribar las barreras tradicionales, las circunstancias excepcionales provocadas por la pandemia han acelerado enormemente este fenómeno. 

En este entorno radicalmente diferente, cada organización, empresa y manager ha tenido que repensar la estrategia de competitividad. Las empresas de ciertas industrias estaban extremadamente preocupadas, pero debe tenerse en cuenta que, en todas las industrias, la mayoría de las compañías reaccionaron volviéndose digitales. Estas circunstancias excepcionales han generado una intensa ola de transformación con un increíble efecto turbo-impulso en términos de velocidad de implementación y adopción. Sin embargo, una diferencia revolucionaria es que algunos canales digitales se han disparado. La modernización digital de los procesos operativos con partners, proveedores y clientes ha reforzado la necesidad de transformación de todas las partes interesadas en todas las industrias.  

Esto ha llevado a viajar hacia nuevas fronteras de innovación donde los datos se han convertido en la piedra angular y en el nuevo oro negro de toda la dinámica de transformación. 

El poder de la digitalización en un mundo basado en datos es muy prometedor, pero nadie está realmente seguro de cuáles podrían ser las posibles consecuencias de este mundo del mañana. 

Vivimos en un mundo inundado de datos, grandes volúmenes de datos que provienen de muchas fuentes diferentes. Para las organizaciones, convertir todos estos datos en información valiosa es la piedra angular de una transformación digital exitosa. El análisis de datos proporciona un conocimiento increíble del mercado, lo que hace posible que las empresas adopten un nuevo punto de vista sobre la inteligencia empresarial y la automatización. 

Convertir todos esos datos en conocimiento requiere de un proceso estructurado y de un modelo de datos: los datos que provienen de múltiples fuentes deben capturarse y organizarse de manera eficiente antes de analizarlos, interpretarlos y convertirlos en material para la toma de decisiones. La integración de las últimas tecnologías disruptivas con todos los sistemas de software los convierte en sistemas inteligentes con una gran capacidad de modelado para herramientas de toma de decisiones que pueden desencadenar poderosos pronósticos comerciales. 

¿Estamos entrando en un modelo de negocio en el que las decisiones estratégicas se tomarán basándose únicamente en la lógica de los datos y en su modelado o seguirá teniendo voz la intuición humana? En mi opinión, serán complementarios, una combinación de experiencia humana inteligente e intuitiva con información bien documentada basada en datos. 

Entonces, ¿cómo conseguimos que una empresa aproveche y se beneficie del mundo de la información basado en datos? La respuesta es lograr que la empresa se convierta en una organización Data Driven, basada en datos en un entorno de innovación. 

Como primer paso para convertirnos en esa organización impulsada por datos, primero debemos determinar y equiparar el tipo de datos y análisis de datos con las prioridades clave que respaldan la estrategia de la empresa. 

Posteriormente, pasamos al mapeo de esas fuentes de datos y definimos el modelo de integración de datos correcto para fusionar todos esos conjuntos de datos. Esto a veces puede ser todo un reto. De hecho, después de trabajar con varias empresas en su estrategia de datos, nos dimos cuenta de que los datos son en realidad como un ser vivo que cambia y evoluciona con el tiempo. Las fuentes varían, las necesidades de los usuarios cambian, la vida continúa… Por lo tanto, una estrategia de gobernanza segura junto con un enfoque de implementación ágil con revisiones continuas de desempeño y metas es definitivamente el camino a seguir en lugar de ceñirse a objetivos estáticos y rígidos. 

Hoy, más que nunca, confiar en el destino y la suerte no es una opción. Los viajes de innovación y disrupción necesitan activos, recursos y asignación de talento. Se requieren recursos humanos y financieros para aventurarse a este territorio inexplorado. 

Todo comienza con un proceso inicial sin interrupciones, que cambia la mentalidad de las personas y las capacita para tomar nuevas decisiones estratégicas. Estos parámetros contribuirán a traer esos cambios organizacionales que fomentarán un cambio de cultura y un nuevo enfoque de Data Insights alejándose de la toma de decisiones basada en opiniones subjetivas. Pero romper las barreras de los KPIs comerciales convencionales no es tan fácil, pero como dice Aaron Levie, emprendedor exitoso, “Comienza con la suposición de que la mejor manera de hacer algo no es como se está haciendo ahora”. La evolución empresarial se basa en supuestos que eventualmente se materializan. Esta es en realidad una oportunidad y es parte de la dinámica de innovación y puesta en marcha. La gestión del cambio en la forma en que apreciamos los datos y el enfoque de la toma de decisiones será un éxito definitivo.  

Otro factor importante que entra en juego en nuestra búsqueda de inteligencia, es la velocidad. Una gran parte de obtener esa ventaja competitiva y de impulsar tantas iteraciones como sea posible en cortos periodos de tiempo para liberar esa inteligencia operativa. 

La conversión de datos en conocimientos prácticos a veces revela tendencias y/o información que probablemente seguiría pasando desapercibida. Estos nuevos conocimientos reúnen y subrayan patrones que inicialmente no eran tan obvios de descifrar. Pero lo que es más interesante es que los datos también pueden proporcionar información sobre otras características, como habilidades sociales, comportamientos, fraude potencial, conciencia de marca, etc.  

Pero una de las características más valiosas de la inteligencia en los sistemas es la interpretación de los datos, es decir, la relevancia de la información y la personalización que la acompaña. De hecho, estos conocimientos llevan la personalización a un nivel completamente nuevo, lo que hace posible dirigirse a todas las partes interesadas (clientes, managers, proveedores, socios…) con mensajes muy específicos. 

Y, por último, pero no menos importante, las nociones de seguridad y privacidad se han vuelto fundamentales en este proceso de transformación, considerándose ambas tan esenciales como siempre. Se requiere de un programa de cumplimiento de privacidad de datos actualizado para respaldar este salto de innovación impulsado por los datos hacia un nuevo territorio inexplorado. Mirar hacia el futuro explorando el valiosos poder de los datos será la clave para derribar las barreras a la innovación. 

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