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Tribuna
La humanización de la tecnología empresarial

22 de enero de 2021

José María Sánchez, CEO de Prodware España, ha hablado en ABC sobre la transformación digital y los retos que supone para las empresas

Nueve meses desde el inicio del confinamiento han acelerado de manera exponencial la transformación digital del tejido empresarial de todo el planeta.  

Casi de manera obligada, todas las organizaciones, de todos los sectores de actividad, revisaron de manera apresurada en qué estado se encontraban para seguir trabajando en remoto de forma segura. Cuando semanas después llegó la comprensión de la duración o, mejor dicho, se comprendió que no se sabía cuanto duraría la pandemia a la que nos enfrentábamos, los directivos se apresuraron a fijar las bases que permitiesen seguir, pero ¿se ha aprovechado realmente el tiempo? 

Si bien muchas compañías se dieron prisa en aumentar las herramientas de conexión que permitiesen las “nuevas formas de trabajar”, han sido pocas las que han utilizado el tiempo, de menor carga de trabajo “del bueno”, en digitalizarse en lo estratégico.  

La falta de digitalización y con ella el fracaso de la economía del valor, sigue siendo la brecha más importante a la que nos enfrentamos, la que dispara el paro juvenil frente a nuestros compañeros de la Unión Europea y la que pone en jaque la sostenibilidad de nuestro modelo económico en el medio plazo. 

Los fondos europeos para la recuperación, que en parte estarán asociados a las iniciativas de aceleración de la transformación digital o el uso de la inteligencia artificial y que tendrán a las Pymes como uno de sus focos principales, volverán a abrir una vez más una posibilidad de transformación que empieza a transitar terrenos de vida o muerte. 

Pero, además, nunca antes ha hecho falta tanta psicología a la hora de dirigir empresas y personas. La experiencia del empleado, desvinculada por la distancia de sus compañeros y directivos, requiere de un enfoque de cultura organizacional con pasión y formación por banderas, unido a herramientas tecnológicas que digitalicen procesos empresariales y permitan la aportación más ágil de ideas, colaboración entre equipos, contacto con el cliente y suplan lo que los espacios de trabajo presenciales y la visibilidad física persona a persona aportaban y ahora se ha perdido. 

Tiempos de acción con un nuevo enfoque para desarrollar el capital humano, apoyado tecnológicamente y con un aumento continuo del trabajo de valor. Así debería ser en el marco educativo, en el empresarial y en el institucional, pues no serán eternas las oportunidades.