La pandemia Covid-19 ha contribuido fuertemente a acelerar la evolución de las infraestructuras técnicas de las empresas. Sin embargo, un proceso de digitalización acelerado, a veces a una velocidad vertiginosa, no debe eclipsar dos aspectos muy importantes como la estabilidad y la agilidad. A medida que los límites tecnológicos se siguen expandiendo por tecnologías como la nube, el Big Data, la Inteligencia Artificial o el Blockchain, las empresas deben ser apoyadas de manera eficiente en su transformación asegurándose de que su sistema de IT se materialice en consecuencia. Los servicios gestionados están ganando mucha más importancia como medio para lograr estos objetivos de estabilidad y agilidad.

El uso de la nube como componente central del sistema de IT en las empresas no es nada nuevo y ha sido la norma durante un par de años, pero el Covid-19 ha acelerado significativamente esta tendencia. La pandemia sirvió como catalizador en esta transición, especialmente cuando se trató de establecer la infraestructura para permitir el trabajo remoto. Sin embargo, esta transición no fue fácil para los diferentes equipos, el departamento de IT y la empresa en general.

De forma más o menos natural ha surgido un modelo híbrido basado en un sistema informático interno (on premise) al que se han añadido distintos periféricos Cloud. En este mundo volátil, las empresas deben asegurarse de que sus operaciones de IT estén preparadas para el futuro, estables y con agilidad habilitada para enfrentar los desafíos comerciales que enfrentarán en 2021 y en los años venideros.

El proceso continuo de adaptación de IT a los desafíos tecnológicos y organizativos es fundamental en un proceso de digitalización. Y esta no es solo una preocupación relacionada con las tecnologías de la información, sino también una preocupación que debe apreciarse en todos los niveles de la organización. Las industrias están cambiando, se están introduciendo nuevos modelos de colaboración dentro y fuera de la empresa, la situación económica es volátil con la aparición constante de nuevas tecnologías: la gestión del cambio es una dinámica a largo plazo.

¿Cómo mantiene unida a una empresa (su negocio principal, entidades, etc.) mientras prepara a su organización para llevarla al futuro? ¿Cómo se asegura de atender todas las particularidades de los diferentes negocios y al mismo tiempo proporcionar y coordinar ese denominador común multifuncional (CRM, logística, etc.)? Estas preguntas fundamentales, que sitúan la agilidad en todos los niveles del negocio, se encuentran en el corazón de las estrategias de transformación digital. Al hacerlo, también necesitan conducir y asegurar la estabilidad general y proporcionar un mantenimiento que es igualmente crítico. La agilidad no es fácil cuando se intenta brindar el mejor servicio de su clase para operaciones de IT eficientes, seguras y confiables. El desafío es hacer que ambas caras de la moneda funcionen juntas, tanto a corto como a largo plazo.

Tres beneficios esenciales: seguridad, disponibilidad y rendimiento.

Los Servicios Gestionados, como se denominan, están diseñados para ayudar a medir estos desafíos convirtiendo la infraestructura técnica en un factor clave de éxito. Tener un socio calificado y confiable que brinde ofertas personalizadas y un presupuesto rentable con una gran cantidad de servicios administrados ayuda a respaldar todo el sistema de IT desde la fase de implementación hasta el mantenimiento, pasando por las actualizaciones. Así, los equipos de IT podrán concentrarse en las tareas que produzcan un mayor valor agregado.

También podrán ayudar de manera importante en las diferentes necesidades comerciales, a tomar en cuenta y administrar los cambios legales y regulatorios que se avecinan, y a los equipos internos a trabajar hacia nuevas misiones estratégicas.

Con la crisis sanitaria y todas las restricciones que la acompañaron (no se permitía ir a cafeterías, hoteles y restaurantes) las empresas tuvieron que replantearse la forma de hacer negocios. Transformar el negocio en un modelo “totalmente digital” no es algo fácil de hacer. El cambio de canal de ventas, necesariamente conlleva un impacto en la logística y la relación con los clientes. Las herramientas internas como la gestión de nóminas deben adaptarse al panorama del trabajo remoto. Los servicios administrados ayudan a estos clientes a enfocarse en su negocio principal, mientras que los diferentes equipos de IT tienen la tarea de revisar, mantener los sistemas y brindar un proyecto de transformación habilitado para la agilidad.

Otro sector que se ha visto muy afectado por la crisis del Covid-19 es la industria aeronáutica. El negocio principal de uno de nuestros clientes fue interrumpido por completo durante varios meses. Mientras la empresa replanteaba su estrategia comercial desarrollando nuevas fuentes de ingresos (en logística y transporte de mascarillas y materiales esenciales, por ejemplo), tenía que garantizar la sostenibilidad de su sistema de IT para mantenerse en el juego. Managed Services ayudó a este cliente a estar preparado para la agilidad y adaptar su propuesta de valor en consecuencia, mientras se beneficiaba de la continuidad del servicio de alto rendimiento que influye en los rápidos cambios internos.

Los servicios administrados brindan soporte tangible y eficiente a la transformación de un sistema de IT. El mantenimiento de las infraestructuras híbridas y las aplicaciones comerciales no debería obstaculizar la evolución continua del sistema de IT … ¿No será el momento adecuado para acelerar la transformación digital con total confianza, con un presupuesto rentable y aprovechar las mejores aplicaciones y soluciones técnicas en el mercado?

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