El miedo es un esquema cerebral de adaptación al entorno, un mecanismo de supervivencia y defensa para responder ante situaciones adversas con rapidez. Dicen que es la emoción más arraigada y poderosa, y el entorno de incertidumbre generado por la pandemia no ha hecho más que confirmarlo. 

Los desafíos del retail se han acelerado a una velocidad asombrosa, por lo que esperar y ver qué pasa es sinónimo de cierre. La emoción es la gasolina de la acción y nos encontramos con muchos miedos en los que actuar. La buena noticia es que tenemos las herramientas para hacerlo. 

• Miedo 1: Caída de la demanda

Los constantes cambios en la demanda impiden improvisar la producción, la distribución y la venta. Los retailers deben adelantarse a las necesidades de los clientes para no sufrir roturas o excedentes de stock. La previsión de la demanda mejora y amplía los márgenes de acción mediante Machine Learning y analítica avanzada. Permite visualizar los resultados y los indicadores de precisión, facilitando la toma de decisiones, la planificación de compras y producción y optimizando el rendimiento. 

• Miedo 2: Cambios en el comportamiento del consumidor

Siempre en movimiento, los consumidores esperan que los retailers les ofrezcan experiencias personalizadas sin importar dónde estén comprando. La Inteligencia Artificial ayuda a que se adelanten a sus necesidades de forma unificada en todos sus canales de interacción.  Permite configurar perfiles de compradores que puedan reconocer a los clientes a través de los canales y construir relaciones que aprendan y progresen en el tiempo. Al integrar el análisis predictivo para obtener más información sobre el mercado, los retailers pueden liderar con la innovación en lugar de reaccionar ante el cambio.  

• Miedo 3: Cadenas de suministro interrumpidas

Canales distintos, demandas cambiantes, nunca ha sido más importante racionalizar los costes logísticos y definir una adecuada estrategia de distribución de mercancías. La digitalización de la cadena de suministro ofrece planificación integrada, visibilidad logística y almacenamiento inteligentes, compras digitales y análisis avanzado predictivo. Todo lo necesario para que la entrega de pedidos se realice de forma continua, precisa y rentable. 

• Miedo 4: Repensar la tienda física

La tienda debe entenderse como un concepto evolucionado que incentive el ocio, la experiencia y el aprendizaje. El cliente no dedicará tiempo en entornos que no le devuelvan valor, que no le aporten nada más allá de la compra. Por tanto, el retailer se debe centrar en el verdadero objetivo: que el consumidor disfrute, que lo pase bien, que quiera invertir allí su tiempo de ocio. 

• Miedo 5: Cómo acercarme al “zero-inventory”

El objetivo de reducir el volumen de stock a lo estrictamente necesario afecta directamente a la oferta de productos que se saca al mercado. Para ello se necesitan soluciones que permitan visualizar de manera centralizada el inventario, y la búsqueda de mecanismos que se encarguen de mover el producto para favorecer el stock óptimo en cada momento del ciclo de vida del producto y de la manera más eficiente en costes: mecanismos push y pull de inventario basado en la demanda, distribución de inventarios basados en reglas de negocio, balanceo de stock, fulfillment, etc.

• Miedo 6: Exigencia del consumidor ante el servicio de atención 

Los clientes quieren disponer de canales directos para consultar, solucionar problemas y comprar.  La promesa de estar siempre ahí, nos obliga a desplegar más canales de relación que nunca, como la interacción por chat, voz o en redes sociales. La importancia de la disponibilidad, la personalización y la facilidad de contacto con el cliente como y cuando requiera es clave para fidelizarlo. 

Tras 6 miedos y no menos incertidumbres, una sola certeza: el Retail de hoy no tendrá cabida en el Retail del mañana si no es a través de su profunda transformación.